Hay varias formas de lustrar muebles: una es mediante una brocha, y otra es una técnica que requiere cierta destreza: la de la “muñequilla de algodón”. Esta consiste en aplicar el material (especialmente goma laca) con una bola de algodón confeccionada generalmente de forma casera.

El acabado que se logra con esta técnica es muy bueno, dado que evita los rayones que puede dejar el pincel y conserva la textura de la madera. Es especial para terminaciones sin brillo, de muebles rústicos, pero también se puede utilizar en acabados brillantes. El material protagonista para la aplicación por este método es la goma laca, aunque también se puede utilizar barniz sintético o poliuretánico.

¿Cómo fabricar la muñequilla? Con un paño de algodón de 20 x 20 centímetros aproximadamente, que no despida pelusa, para evitar que ensucie el material. A este paño se le agrega un puñado de algodón. Luego, tomando el trapito por los extremos se envuelve la bola de algodón y comprime un poco. ¡Listo!

En cuanto a la preparación de la superficie, la madera que va a ser tratada debe estar ya pulida con un papel de lija y totalmente limpia, es decir, libre del polvo y seca. Si la madera es virgen, entonces puede usarse un tapa-poros o fijador para disminuir la absorción.

Una vez llegado el momento de aplicar la goma laca, es conveniente que primero practiques la técnica en otra madera, para mejorarla cuando llegue el momento de aplicarla en el mueble o la madera a lustrar. Debés embeber la bolita interna de la muñequilla con la goma laca, agregando un poco del material sobre ella, luego cerrar el paño y comenzar con la aplicación. Ahora, los pasos a seguir: Repasá la bolita por la madera en forma circular, tratando de extender todo el material por la superficie. Volvé a repasar la muñequilla, pero esta vez en forma de ochos para dispersar la laca en todas las vetas y hendiduras de la madera. Culminá con movimientos paralelos a la veta para disimular rayones y, algo importante, nunca dejes quieta la muñequilla, mantenela siempre en movimiento, porque de lo contrario se podría marcar en la superficie.

La cantidad de manos necesarias puede variar de 3 a 6, dependiendo del acabado que desees lograr. A mayor cantidad de manos, mayor brillo y grosor de la película protectora. Recordá que debés pulir suavemente con una lija muy fina y desempolvar entre manos para la mejor adhesión de las sucesivas capas de material. El secado entre manos recomendablemente debe ser de un día.

Ahora sí… ¡Manos a la obra!