¿Sabés algo sobre el tema? Si la respuesta es no, entonces hay algunas cuestiones básicas que te ayudarán a la hora de enfrentarte al diseño de un jardín. El primer consejo es que no tengas apuro, lo ideal es observar mucho y estudiar todas las posibilidades. Para diseñar un jardín, deberás hacerte algunas preguntas iniciales, como por ejemplo qué zonas querés que tenga tu jardín. Podés optar por zonas de césped, zonas de estar bajo la sombra de árboles, zonas para tomar el sol junto a la pileta, un rincón de lectura, etc. Dejá volar la imaginación: dibujá mentalmente o sobre un plano o boceto. Distribuí los diferentes espacios que tendrá tu jardín.
No dejes de lado el estilo de jardín que te gustaría tener: jardín clásico-formal, jardín mediterráneo, jardín de estilo tropical, jardín árabe, jardín japonés, etc. Con un poco de investigación sobre cada uno, podrás decidirlo fácilmente. Hay muchos que disfrutan de integrar su jardín con el entorno, fundirlo con él. Por ejemplo, en una zona mediterránea, se podría optar por un jardín del mismo estilo, o más bien todo lo contrario, haciendo que el jardín esté independizado del entorno.
¿Qué elementos incluir? Eso es a gusto: caminos, vallas, verjas, bancos, farolas, arcos, invernaderos, esculturas, sombrillas, macetones o lo que se te ocurra. Hay infinidad de cosas que podés añadir a tu jardín.
En cuanto a las especies vegetales para plantar, hay una enorme variedad, entre las que figuran árboles, palmeras, arbustos, trepadoras, rosales, cactus, hortalizas y frutales.
¿Qué pasos seguir? Si hacés el jardín por fases, entonces primero plantá árboles y ubicá las infraestructuras básicas. Después podés ir añadiendo más detalles, como una pequeña laguna, un invernadero, y así, según tus planes. Un jardín nunca está terminado, se va haciendo poco a poco, con los años. Y esto, a la vez, es uno de sus encantos: se modifican cosas, se crean nuevos espacios, se plantan otras especies...
Si tenés chicos y animales, entonces el pasto deberá predominar, para que jueguen a gusto. Además, rediseñarlo es fácil: se puede sustituir el césped por pavimento o sectores de flores y arbustos.
En cuanto al mantenimiento del jardín, todo depende de cómo sea. Si preferís un jardín con menos mantenimiento, por ejemplo, entonces evitá los setos, que exigen entre 2 y 5 recortes al año. Menos césped y más plantas autóctonas.